Sobre la Pascua y otras celebraciones
Quizá el domingo de Pascua sea una de las fechas donde la acción humana más se diversifica: unos celebran en los templos (cualquiera que sea su confesión), otros en los parques tras los misteriosos huevos (según dicen, simbolizan la tumba que se abre), otros en la playa: divirtiéndose, meditando o equis (como alguien con cerveza en la víspera pascual).
Esta vez no nadé entre libros, pero aquí les dejo dos recomendaciones/oraciones a propósito de esta fecha, tumba abierta a la diversidad, para seguir con el espíritu resucitado.
El primer autor, muy conocido y en boga hace un par de décadas. Las segundas autoras, escriben dentro de la colección Documentos en torno a la Biblia, orientada a la reflexión de las fuentes primitivas del Judaísmo y Cristianismo, recordando que la Pascua fue primero judía.

¡El Nazareno no era débil! ¡Era fuerte y es fuerte! Pero la gente se niega a reconocer el verdadero significado de la fuerza
(Khalil Gibran, Máximas y aforismos, Fontana 1997)

¡Despiértate, despiértate!
Porque viene tu luz; ¡sé iluminado!
¡animo, ánimo, entona un cántico,
sobre ti resplandece la gloria del Señor
(A. C. Avril; D. de la Maisonneuve, Oraciones judías, Verbo Divino 1996.)