29.6.03

De Margo Glantz
De la entrevista que Rosa Beltrán (La corte de los ilusos Planeta 1999) realizó a Margo Glantz (Las genealogías, Apariciones, La Malinche. Sus padres y sus hijos), extraigo la respuesta a una pregunta sobre el carácter autobiográfico de su nuevo libro El rastro.

En El rastro hay elementos como el tono y la voz, en primera persona, el punto de vista y los temas que hacen pensar en la fusión entre géneros y fronteras, incluidas las que hay entre ficción y autobiografía. ¿Qué importancia tiene esta última en tu novela?

–Bueno, mira, puesto que tú produces la novela tiene que ser autobiográfica porque está absolutamente ligada a toda la circulación de ideas, de lecturas, de recuerdos, de cosas vividas, etcétera, que tú reelaboras. Aunque tú tomes historias ajenas, de alguna manera es tu propio punto de vista lo que aparece allí y cómo lo manejas.


Y sobre Sor Juana, de quien se ha vuelto una especialista (Sor Juana: la comparación y la hipérbole, Conaculta 2000; Sor Juana Inés de la Cruz: hagiografía o autobiografía, Grijalbo 1995), añade:
Uno de los disparadores del texto (tiene muchos) es el soneto de Sor Juana "Esta noche mi bien cuando te hablaba", que es la preocupación por tener que utilizar imágenes muy trilladas, una forma de versificación totalmente tradicional que no puede romper y va a recurrir a formas métricas muy determinadas y esclavizantes. Pero al mismo tiempo, si eres genial como Sor Juana, es una liberación.

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