6.6.03

La literatura y la provincia
Por la rara lluvia de esta noche en Tijuana en las proximidades del verano, se me antoja recomendarles Al filo del agua (Porrúa 2002; 1a. edición de 1947). Sí, esa vieja novela del pequeño pueblo que -aunque Agustín Yá­ñez nunca lo dijo- Antonio Castro Leal, al prologar esta edición, identifica con Yahualica, Jalisco, con sus costumbres resistentes al tiempo. Fuera ése u otro el escenario de la novela, esta llovizna me sabe a lo que en México llamamos provincia, que sabe a tradición religiosa, a sobriedad, a recato, a pudores y a silencios profundos; a rezos incisivos que ilustran el purgatorio. Pero también a incienso: ese símbolo olfativo que nos recoge litúrgicamente al fin del día. Al filo del agua, sumérjanse en esta lectura fundamental para entender el interior de México.

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