7.8.03

Las editoriales
No cabe duda de que tengo preferencias editoriales, ahora influidas por el servicio que cada empresa me ha dado. Como en Argentina, España y otros países, las grandes empresas se han comido a los sellos pequeños. Por eso es loable que casas editoriales como Era y Siglo XXI, que manejan excelentes títulos de las ciencias sociales, permanezcan de pie ante la embestida de la mano invisible. El Fondo de Cultura Económica -no sólo porque me encantan sus precios tan accesibles- se ha convertido en mi ayo, ya que me señala no solamente cuáles son l@s autores mejor cotizados internacionalmente, sino la evolución que tiene la cultura escrita en México y el reconocimiento institucional que de ella se hace. Sus colecciones infantiles, que aumentan tan aceleradamente como niñ@s de preescolar, corroboran el dato de que en México los mejores lectores son ell@s (Si los adultos leemos con dificultad medio libro al año, ellos leen 10 veces más.) Y no es casualidad que desde mi escritorio de librera alcance a escuchar las voces infantiles con la audacia de gritar a sus exánimes progenitores: vamos a ver los cuentos.
Todas las firmas que manejan literatura contemporánea (Grupo Planeta, Alfaguara, Mondadori) suelen ser excelentes, aunque algunas de ellas, para competir en el juego del mercado, tengan que abandonar a las pequeñas librerías y dejarnos esperando por meses las mejores novedades, mientras nuestros clientes son mejor despachados por los Sanborns y las grandes tiendas de autoservicio.

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