14.11.03

La sátira chicana
El libro de G. E. Hernández, que lleva por subtítulo Un estudio de la cultura literaria (Siglo XXI 1993), parece uno de esos textos poco conocidos en nuestro país, pese a que muchos rozamos la experiencia chicana, ya sea por vivir en la frontera o por tener parientes al otro lado (recordemos que México es un país con un porcentaje de movilidad muy alto).
A continuación transcribo un fragmento de la contraportada, que explica sumariamente su contenido:

(...) los chicanos sufren muchas tensiones y contradicciones culturales. Sus modos de vida ya no son los mismos de las normas mexicanas y no están asimilados por completo a los patrones angloamericanos (...) Hernández observa de modo específico la figura del pocho (el chicano asimilado) y la del pachuco (el zoot-suiter o joven urbano). Muestra cómo los cambios en su tratamiento literario --del simple ridículo a la forma más compresiva y respetuosa-- reflejan los cambios culturales en la actitud hacia el proceso de asimilación (...) Muestra cómo los escritores, de manera sincrética e imaginativa, construyeron nuevas normas para la práctica chicana, basados en elementos de ambas culturas (...)

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