19.7.04

Mucho de Pablo Neruda y Antón Chéjov
Las celebraciones de centuria no han parado. Al chileno se le recuerda como el más querido. Veinte poemas de amor y una canción desesperada (actualmente existente en ediciones de Porrúa, Epoca, Alianza y Tomo dos) sigue siendo tan buscado y recitado por generaciones como un Gloria Patrum.

Me gustas cuando callas y estás como distante.

Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.

Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:

déjame que me calle con el silencio tuyo.

 
El homenaje a Chéjov también ha sido fílmico: Tío Vania y El jardín de los cerezos (versión mexicana) aparecieron este fin de semana en la programación nacional. Memorable es la contundencia al hablar de Vania:
Engañar a un viejo marido al que no se puede soportar es inmoral, mientras que el esforzarse en ahogar dentro de sí la pobre juventud y el sentimiento vivo, no lo es.
Como en el relato La dama del perrito (Cuentos escogidos, Sepan cuantos 411)el problema del matrimonio a la fuerza es un tema de interés del médico escritor. El tío Vania (Teatro, Sepan Cuantos 454) de nuevo proyecta su inquietud por la moralidad impuesta. Por otro lado, la mezquindad y el rencor humano del relato de Enemigos (Cuentos escogidos), resurge en los intereses familiares de la dueña de El jardín de los cerezos (Teatro).
Afortunadamente, el número de ediciones actuales (ediciones populares) de ambos autores de algún modo indica que siguen siendo leídos y recordados.  

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