Un nuevo mapa de población religiosa
Como un trabajo al estilo INEGI, más algunos textos descriptivos acerca de las tablas y los porcentajes, es el nuevo y primer Atlas de la Diversidad Religiosa en México, coordinado por Renée de la Torre y Cristina Gutiérrez; y coeditado por un grupo de instituciones de educación superior, entre ellas la Universidad de Quintana Roo, el CIESAS, el Colmich, el Colef y el Colijal. Su presentación a colores y factura casi de lujo dan cuenta de un buen financiamiento del Conacyt para esta empresa inédita en México.

La Subsecretaría de Población, Migración y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación, también promotora del publicación, tendrá en ella un instrumento de trabajo tan valioso como si fuera una cartografía de vanguardia, aun cuando la demografía es una materia que vuelve sus libros prontamente caducos.

La panorámica del libro no incluye interpretación de datos en profundidad; pero clasificar, definir y agrupar la variada presencia religiosa en esta nación cada vez menos católica era una urgente necesidad política y social que apenas, en enero de 2008, se entrega al público a través de las librerías.

Este documento, fundamental para las iglesias, académicos y partidos, viene acompañado de un disco compacto para una fluida consulta de las bases de datos. En mi opinión, lo más estorboso es la gran pasta dura.