De histerias compartidas
El largo título lo dice todo: El teatro de las histéricas y de cómo Charcot descubrió, entre otras cosas, que también había histéricos. Jean-Martin Charcot (1825-1893), fundador de la neurología que albergó la cuestión de las "histéricas".

El libro pertenece a la colección "La ciencia para todos" (núm. 162) del Fondo de Cultura Económica (2001) -recuerden que estamos en su aniversario 70- y se necesita ser un psiquiatra como Héctor Pérez Rincón para exhumar, y presentar en forma de un drama, los retratos del decimonónico francés donde médicos y fisiólogos impulsaron las ciencias naturales y la entonces flamante psiquiatría. La muestra principal de esta iconografía es La lección clínica en el Salpetrière en el servicio del profesor Charcot.

En su evolución, la psiquiatría ha podido demostrar que la serie de transtornos antes asociados al carácter femenino es parte de la neurosis humana. O bien, según la definición de M. Bourgeois citada por Pérez-Rincón:

¿Qué designa?: un estilo de comportamiento, una manera de ser y de ofrecer
los síntomas (...) Designa a la vez: la hiperexpresividad teatral, incontrolada
e inconveniente de las emociones; el contagio emocional de las multitudes y de
las colectividades; a las personas sugestionables, y a las bellas seductoras que no ceden a nuestras pretensiones.

Si es histeria (de histera, vientre), esto último rasgo (la seductora belleza femenina, elemento siempre presente en los retratos de histéricas) es básico para entender que también pudo ser un recurso de soslayo femenino.

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Para hablar de otros estereotipos femeninos, estaremos a las 10 a.m. en Estéreo Frontera, este jueves hablando de Los cautiverios de las mujeres, perspicaz libro de Marcela Lagarde.