Sally: He estado leyendo poemas en la escuela pero no los entiendo.
¿Cómo sé si el poema me gusta?
Charlie Brown: Ya te lo dicen.
Reseña del domingo aquí.
Las colecciones sobre lo que fortalece el hábito de la lectura han aumentado, afortunadamente, aun cuando algunos títulos se pierden en minucias (algunos podrían hacer de Minucias del lenguaje o Gramática descomplicada una nueva colección). En mi opinión, la colección Croma de Paidós tiene una propuesta fresca, incluso informal, pero algunos títulos se quedan en la reflexión sobre el suceso lector sin tocar siquiera la filosofía. "Espacios para la lectura", del Fondo de Cultura Económica, que incluye a autores principalmente europeos, son sumamente didácticos y la ejemplaridad que muestran me hace dudar de que la mayoría de promotores de lectura nacionales se los tome muy en serio. En el caso mexicano, para cuestiones que parecen tan elementales, la reacción puede ser la indiferencia ("eso aquí funciona diferente") o la respuesta ufana ("eso ya lo sé, pero lo volveré a intentar").
Quizá la mejor recomendación sea la de Harold Bloom, de nueva cuenta: Cómo leer y por qué (Anagrama 2005) que no ha querido abandonar mi cabecera, aun cuando no le toque lectura frecuente. Bloom hace una estupenda introducción, que bastaría para sentir que se ha desquitado el gravoso precio del ejemplar, aunque lo siguiente, el comentario de autores imprescindibles en una biblioteca, es excelso.
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