19.11.06


Ensuciarse los ojos

La reseña de este lunes (La ciencia cotidiana) es una invitación a llenarse los ojos de sucias impresiones, de lo cual resultó responsable el humor de José Luis Perujo, cartonista de El libro de las cochinadas (ADN 2005).

Después de instruirme leyendo y reir a causa de las ocurrencias de Julieta Fierro y Juan Tonda, no puedo soslayar un dato implícito en el libro de estos oportunos científicos: la ciencia natural es hermana de la historia y de la narrativa. Sin ellas, el propósito del libro no se habría logrado, esto es, hacer accesible temas tan fundamentales para el progreso (la higiene y la disposición de los desechos).

Otro acierto (que quedó sin explicitarse en la reseña) se refiere al lenguaje. Para los autores, es mejor decir "cagada" que "popó" o tanto nombre científico que pueda asignársele. Si la ciencia fuera así de llana, más pronto todos iríamos entendiendo, aunque también son sublimes los latinajos científicos que esperarán una secuela de este oloroso libro.

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